Mamá hoy se levantó triste otra vez. Lo noto, ¡ se nota! Porque no me canta al despertar, ni juega al cucu tras…

Me abraza con tanta fuerza que yo siento como si mi cuerpecito se fundiera con el suyo…

Me mira, la miro y sonrie, pero al minuto aparta su mirada y expulsa un largo suspiro…

Me agarro fuertemente a su mano y me susurra al oído que me quiere… que me quiere… una y otra vez…

Y me duermo, ¡ si!… Me duermo mi siesta y cuando me despierto la veo ahí, agarrada al móvil con su mirada triste…

Entonces me paro a pensar en qué podría hacer yo para cambiar su mirar… también me pongo triste y ya no se qué pensar. Se que ella lo esta pasando mal, y no se como actuar.

De repente jugamos al cucu-tras, abro los ojos y por fin la veo brillar…

De repente la veo bailar, cantar, saltar… disfrutar…

Y me pregunto qué ha pasado… me pregunto donde se fue esa mirada triste que sueño con no volver a ver nunca jamas… que tiene ese tal cucu tras que la hace cambiar…

Entonces llega papá, papá también la vio llorar… les oigo hablar…

– ¿ Que ha pasado? ¿ has solucionado tus problemas? Te veo tan feliz…

Mama suspira, sonrie y responde mirándome intensamente a los ojos:

– Mis problemas terminan en la sonrisa de Ra, mis problemas se vuelven oportunidades cuando toco la manita de Ra , mi tristeza se va… se van mis miedos… se va mi oscuridad… y aquí estoy sonriendo a la vida por cuidar de mi pequeño una vez más.

Entonces mamá sonríe y yo… yo, por fin duermo en paz. ¡¡ Hoy soy y prometo que siempre seré la sonrisa de mi mamá!! He aprendido que SI MAMA LLORA JUGAMOS AL CUCU-TRAS y las penas se van.

Deja un comentario